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Bächukuli, una estación de café adaptada en un triciclo, que promueve la cultura yoreme

Conoce la propuesta de cafetería que ofrece Nelsy Valenzuela, donde combina un producto artesanal poco cocinado y su pasión por compartir la cultura yoreme.

Osmar Zavala
12/01/23

Bächukuli, una estación de café adaptada en un triciclo, que promueve la cultura yoreme

FOTO: Osmar Zavala.

Nelsy Valenzuela es una practicante de la cultura yoreme y apasionada por el café.

La joven ofrece en la carretera que conduce al penal, a la altura de la comunidad de Goros II, municipio de Ahome, la experiencia de una bebida con un proceso de preparación originario de su cultura, con lo que busca preservar las tradiciones del lugar donde nació.

El significado de la palabra «Bächukuli» significa agua prieta o agua obscura, es una palabra compuesta, a decir, bä, es agua y chukuli, prieta u obscura, así es como las personas mayores de comunidades indígenas se refieren al café.

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Nelsy adaptó una pequeña cafetería en un triciclo en una de las calles principales de su comunidad; mencionó que se siente muy contenta cuando personas mayores le comentan que el sabor y el proceso del café los regresa a su infancia, ya que es como tradicionalmente se consumía en esta región.

La preparación inicia desde el proceso de tostado, un sabor «amarguito» y ahumado que se consigue con el fuego de leña, es lo que lo diferencia del resto de café conocido, exactamente como se preparaba entre las personas que crecieron en comunidades indígenas de la zona.

Otra característica de su concepto, es rescatar el uso del idioma; la joven promotora de su cultura comparte con sus clientes una conversación amena, además de un buen café, Nelsy enseña los significados de palabras en su lengua, que deja plasmadas en el vaso donde entrega el producto.

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Nelsy comentó que al momento de tomar la decisión de emprender su propia estación de café, buscó a indígenas que siguieran llevando el proceso desde la base, pero se dio cuenta de que ya son muy pocas las personas que mantienen esta tradición, debido a que es más rápido y práctico comprarlo en las tiendas, esto fue lo que la impulsó a ofrecer un café de talega tradicional.

La combinación por la pasión al café, a su cultura y el tener un padre hablante del yoreme-nokki hicieron que Nelsy creara su propio concepto para las personas de su comunidad y para todos aquellos que deseen probar un café diferente y con una preparación especial, recibe visitas de varias partes del estado y siempre comparte con gusto sus raíces.

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Se instala sábados y domingos, a partir de las 5 de la tarde, no descarta en algún momento crecer su negocio y trasladarlo a otra parte, pero antes, ella desea que la experiencia de los consumidores sea completa y esto incluye el tener que trasladarse al lugar que le da origen a «Bächukuli».

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