México
La capirotada tiene orígenes paganos; esta es la historia del delicioso postre de Cuaresma
El nombre capirotada sugiere una conexión religiosa, ya que hace referencia a los capirotes utilizados por algunos sacerdotes durante las procesiones de Semana Santa.
FOTO: La capirotada.
La capirotada, ese delicioso postre de Semana Santa tan arraigado en la cultura gastronómica mexicana, esconde una historia fascinante que se remonta a las antiguas recetas europeas. Aunque hoy en día es un símbolo de la Cuaresma en México, su origen y evolución revelan un viaje culinario a través de los continentes y las épocas.
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Contrario a la creencia popular de que la capirotada es un platillo típico de todo México, su historia revela que su popularidad se centra principalmente en ciertas regiones del país, mientras que en otras es menos conocida o incluso inexistente.
El nombre "capirotada" sugiere una conexión religiosa, ya que hace referencia a los "capirotes" utilizados por algunos sacerdotes durante las procesiones de Semana Santa. Esta asociación con la religión y la cuaresma es fundamental para comprender la importancia cultural de este postre en México.
La evolución de la capirotada desde sus raíces europeas hasta su versión mexicana actual es notable. En Europa, sus antecedentes incluían ingredientes salados como hígados de pollo, queso, alcaparras y pepinos, pero con la llegada a la Nueva España, lo que hoy es México, el platillo sufrió una transformación significativa.
En la Nueva España, la capirotada comenzó a prepararse como un plato de vigilia, sin carne, con ingredientes como pan, miel y queso. Aunque inicialmente coexistían versiones con y sin carne, con el tiempo la capirotada de vigilia ganó popularidad y se convirtió en el estándar durante la temporada de Cuaresma.
Los ingredientes de la capirotada llevan consigo una profunda simbología religiosa: el pan representa el cuerpo de Cristo, la miel simboliza su sangre, la canela evoca la madera de la cruz y los clavos representan los que se utilizaron en su crucifixión. Otros ingredientes, como el queso, hacen referencia a la manta blanca que cubrió a Jesús.
Aunque la capirotada es más comúnmente asociada con México, otros países como Venezuela, Estados Unidos, Puerto Rico, Guatemala y el Reino Unido tienen sus propias versiones de este postre, cada una con su propia historia y variaciones regionales.
Hoy en día, la capirotada sigue siendo un plato popular en diversas regiones de México, como Nayarit, Jalisco, Zacatecas, Sonora, Michoacán, Guanajuato y Nuevo León, entre otros, donde se prepara y disfruta con entusiasmo durante la temporada de Cuaresma.
Este postre tradicional no solo es una delicia para el paladar, sino también un recordatorio de la rica historia culinaria y cultural que une a México con sus raíces europeas.
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