México
Conoce el modus operandi del tráfico de drogas del «Rey» Zambada
Gracias a García Luna se traficaba en el AICM y en viajes comerciales transportaban hasta 250kg de cocaína por vuelo.
FOTO: Internet.
¿Cómo era el modus operandi del «Rey» Zambada? y es que declaró que Genaro García Luna traficó drogas, armas y dinero en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) , así lo reveló un expolicía federal de Nueva York.
Y es que afirmó que desde el 2000 al 2008, gracias a la complicidad del exfuncionario de México él se encargaba de traficar en el AICM y aseguró que en viajes comerciales transportaban hasta 250kg de cocaína por vuelo, las maletas eran marcadas para reconocerlas, recogidas por la Policía Federal y entregadas al narco afuera.
En su momento, Raúl Arellano Aguilera, exelemento de la Policía Federal (PF), testificó que el extitular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Federal, durante el Gobierno de Felipe Calderón supuestamente se permitía el tráfico de drogas, dinero y armas, de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, en el Aeropuerto «Benito Juárez».
El exelemento de la PF afirmó que vio que Óscar Moreno Villatoro, entonces Director General de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Federal, recibía, maletas con dólares.
El expolicía federal afirmó que Moreno Villatoro había trasladado su oficina al Aeropuerto capitalino, en donde recibía visitas, sobre todo de los directores de los aeropuertos de Tijuana, Baja California; Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco; Toluca, Estado de México; y, Cancún, Quintana Roo.
El testigo aclaró que «el jefe Villatoro le reportaba a Ramón Pequeño García, al comisionado Facundo Rosas Rosas y al secretario Genaro García Luna». Según el testigo, las visitas de los directores de aeropuertos eran de dos a cuatro por mes y se volvieron aún más «extrañas», ya que ellos «solían traer un maletín».
Arellano Aguilera también recordó que en 2007, «había llegado el encargado del Aeropuerto de Toluca. Cuando iba a entrar a la oficina del jefe Villatoro, un compañero salía de la misma y al pasar, chocaron y se le cayó maleta y cuando se abre traía dinero, dólares».
«¿Qué hizo el encargado del Aeropuerto de Toluca?», le preguntó la fiscal Marietou Doiuf. «Rápidamente se agachó a recogerlos y corrió a la oficina del jefe Villatoro. Me sorprendió mucho», dijo el ex policía federal, al explicar que no había un motivo para que una situación así ocurriera.
Asimismo, Arellano Aguilera mencionó los nombres del «Grupo Especial», como llamaban otros a quienes solían recibir beneficios, como el comandante Israel Espinoza, el segundo a bordo del aeropuerto; el oficial José Luis Martínez, el oficial Mario Nieto y el oficial Ballón, quienes solían llegar al AICM en automóviles de lujos y comprarse joyas.
«¿Usted con su sueldo de policía pudo comprarse un auto de lujo?», cuestionó la fiscal Arellano Aguilera. «No, nunca», respondió. «¿Los denunció en alguna ocasión?», insistió Doiuf. «No tenía caso que lo hiciera, ya que los jefes estaban conscientes pues la orden llegaba por radio desde la oficina de comando», agregó el testigo.
Además mencionó que comandantes de la PF que reportaban durante el año 2007, con García Luna entonces titular de la SSP Federal-, operaban para dejar pasar cargamentos de droga.
«Nos daban una extraña orden por radio […] ¡A partir de este momento por 45 todos en 35!”, recordó el Arellano Aguilera durante la audiencia, aclarando que el primer número indicaba que “por orden superior» y el segundo era «estar pendientes».
El exagente de la PF quien se dijo decepcionado de dicha institución, la cual abandonó en 2011 aseguró que la orden de dejar pasar sin revisión a pasajeros de ciertos vuelos, se extendía por un par de horas.
Y solía coincidir con «vuelos que llegaban de Sudamérica u otros que partían hacia Estados Unidos o Europa».
Según Arellano Aguilera, él mismo observó que algunos compañeros suyos «ignoraban la orden y se desaparecían» durante el tiempo en que se ordenaba la inmovilidad y que ya luego regresaban «con la actitud de estar muy contentos».
«Llegué a escuchar que estaban contentos, hasta los jefes. jefe Genaro, jefe Facundo, Luis Cárdenas. Están contentos, todos recibieron su parte», dijo el testigo, en una declaración que fue objetada por la defensa de García Luna y que fue bloqueada por el juez Brian M. Cogan, antes de que fuera traducida del español al inglés, para que lo escuchara el jurado.
«Hablaban de que había pasado la maleta sin problemas. Estaban contentos», contó el expolicía federal, quien aseguró que en ocasiones los invitaban a que se acercaran a platicar con ellos, pero que él siempre rechazó tales insinuaciones.
«Hablaban de que había pasado la maleta, la 79 o la 40», códigos que, según explicó, se referían a drogas y dinero respectivamente. «¿Ellos [Cárdenas Palomino y García Luna] no venían de estar 30 años en la Policía, ni tenían un padre policía como usted?», expresó César de Castro, abogado de García Luna.
Arellano Aguilera aceptó que no estaba de acuerdo en que personas que no había tenido una educación en una academia militar, de pronto ostentaran altos cargos en áreas de Seguridad Pública. «¿No estaba de acuerdo en que Genaro García Luna tuviera ese puesto?, cuestionó el abogado».
«Yo mencioné que no estaba de acuerdo con el grado de Luis Cárdenas Palomino», dijo el testigo. «¿Estaba celoso de que él ascendiera?», insistió el litigante. «No», exclamó el exelemento de la Policía Federal mexicana.
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