México
Este Pueblo Mágico no quería a turistas, pero hoy es un paraíso muy querido y visitado; hay playas con arena blanca
Un maravilloso rincón natural en la zona del noroeste de la costa de Yucatán.

FOTO: Temática.
En la costa de Yucatán, al noroeste del estado se encuentra una maravilla de la naturaleza, el puerto de Sisal es un destino que ha logrado cautivar a los visitantes, aumentando el numero de turistas que lo visitan año con año, algo que en el pasado no era posible, pues los locales no los recibían de muy buena manera.
Ante la designación de Sisal como pueblo mágico, sus habitantes locales se opusieron a este hecho, pues temían por el bienestar y la seguridad del lugar con la llegada de turistas de todo el país y todo el mundo.

A pesar de esto, hoy en día Sisal es un lugar muy visitado y el turismo ha incrementado poco a poco, convirtiéndolo en un rincón yucateco para viajeros en busca de playas hermosas, avistamiento de una maravillosa biodiversidad y una conexión auténtica con la historia colonial.
Está situado en el municipio de Hunucmá, a aproximadamente una hora de la ciudad de Mérida.

Principales atractivos de Sisal, Yucatán
- Playas y muelle
Sisal cuenta con kilómetros de playas de arena blanca y aguas cristalinas, ideales para relajarse y disfrutar del mar.
El muelle histórico es un lugar emblemático para pasear y admirar el paisaje.

- Reserva Estatal El Palmar
Esta reserva natural protege importantes ecosistemas de manglares y humedales.
Se pueden realizar paseos en lancha para explorar la reserva y observar la fauna, incluyendo flamencos rosados.

- Centro Histórico
El centro de Sisal conserva su encanto colonial, con edificios históricos como la Ex Aduana Marítima, que ahora funciona como centro cultural.

También se puede visitar el Fuerte de Santiago.
- Ojos de agua
En los alrededores de Sisal, existen manantiales de agua dulce donde se puede nadar y refrescarse.

¿Qué hacer en este Pueblo Mágico?
- Paseos en lancha por los manglares.
- Avistamiento de aves.
- Relajación en la playa.
- Exploración del centro histórico.
- Degustación de la gastronomía local, especialmente mariscos frescos.
- Esnórquel en sus manglares.