México
Rancho Izaguirre: madres buscadoras denuncian que han desaparecido evidencias
“Aquí no hay nada, ya lo han sacado todo” denunciaron madres buscadoras tras su reciente visita al sitio tras abrir sus puertas al mundo
Foto: Cortesía
El pasado 8 de marzo, un grupo de voluntarias para la búsqueda de personas desaparecidas en México conocidas como “Guerreros buscadores” hicieron público la localización de un campo de exterminio en el rancho Izaguirre, una noticia que sin duda conmocionó al país y que hasta el momento se sigue dando continuidad al caso.
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En el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, se descubrió un campo de exterminio con crematorios clandestinos. El colectivo "Guerreros Buscadores" encontraron restos humanos, ropa y pertenencias personales en el lugar. Este hallazgo ha generado una gran conmoción y ha puesto en evidencia la gravedad de la situación de violencia en la región.
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Además, se han reportado que el rancho Izaguirre era utilizado como un centro de reclutamiento y adiestramiento para el crimen organizado. La Fiscalía de Jalisco ha iniciado una investigación sobre el caso, pero aún no se han revelado todos los detalles sobre lo que sucedió en el rancho.
Rancho Izaguirre abrió sus puertas al mundo
Es por ello que, el Rancho Izaguirre, presunto campo de adiestramiento, abrió sus puertas al público en general pero, para las madres buscadoras al parecer no hubo buenas noticias.
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Madres buscadoras denuncian que han desaparecido evidencias
Tras realizar su visita en el sitio la mañana de este viernes las madres buscadoras con gritos y lamentos aseguraron que las evidencias han sido desaparecidas pues no encintaron ninguno de los indicios que se hicieron públicos el 8 de marzo del presente año.
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Una madre buscadora expresó su frustración al salir del rancho Izaguirre: "¡No queda nada, se han llevado todo!". Otras madres que buscan a sus hijos desaparecidos compartieron su sentimiento, calificando la visita al lugar como "una burla" y denunciando que, trece días después del hallazgo, la evidencia había desaparecido sin explicación.
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“Ya no hay nada, no nos dicen nada porque no hay una persona encargada del predio”, afirmó Catalina Míreles Romero, madre de una joven desaparecida en 2015, quien viajó desde Lagos de Moreno con la esperanza de revisar las prendas y calzado que se encontraron en el rancho Izaguirre”.
Sin embargo, cuando las madres y padres buscadores llegaron al lugar, siguiendo la invitación de las autoridades, se encontraron con una escena vacía: no había ropa, zapatos, accesorios ni ninguno de los indicios que se habían hecho públicos el 8 de marzo.
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“Esto fue una burla para todas las madres que venimos ahorita, porque no se vale que jueguen con nosotros. Yo vengo de Lagos de Moreno, muchas vienen del Estado de México, no se vale que jueguen con nuestro dolor porque las autoridades necesitan tener una persona desparecida para que se pongan a trabajar”.
Ana Rosa Vázquez Arceo expresó su frustración por la falta de comunicación por parte de las autoridades, señalando que no reciben información sobre la investigación en curso ni sobre la desaparición de las evidencias. En otras palabras, se sienten completamente ignorados y sin acceso a información crucial sobre el caso.
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"Alguien que nos dijera ‘sabe que señora esto y acá’, nadie, una burla, no se vale. A eso veníamos porque supuestamente había ropa, mochilas, no había ni madre…una burla, una mentada de madre”, sostuvo.
Es importante destacar que este no es el primer caso de un campo de exterminio descubierto en México. En años anteriores, se han encontrado otros lugares similares en diferentes estados del país, lo que refleja la gravedad de la situación de violencia y la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
