La otra cara de las enormes filas el 30 de abril

Culiacán, Sin.-  Sin dejar de considerarlo una actitud irresponsable, el psicoterapeuta Luis Román Molina, desentrañó algunas de las motivaciones que llevaron a padres y madres de familia a romper la cuarentena el pasado 30 de abril para llevar un pastel o una pizza a sus hijos durante el Día del Niño y de la Niña. 

Explicó que, inconcientemente, muchos de ellos intentaban darle un mensaje de esperanza a sus hijos e hijas en medio de la pandemia y no se dieron cuenta del enorme riesgo que corrían por ello. 

Aunque lo ideal hubiera sido que realizaran otras actividades en casa, muchos no tuvieron el tiempo o consideraron que no sería suficiente para garantizar la satisfacción de sus hijos, lo que también revelaría que algo no va bien en la relación con sus hijos, ya que estarían basando los lazos afectivos en aspectos materiales. 

Asimismo, resaltó que el dulce genera una sensación de placer y existen precedentes históricos de la búsqueda de felicidad a través de éste. 

“Me acordé de un caso, de una persona sobreviviente del holocausto, que su mamá lo que contrabandeó fue un chocolate, le decía: cuando ya no aguantes, ahí es cuando te tienes que comer el chocolate, pero se lo terminan dando a una mujer embarazada que necesitaba fuerza pues, esa sensación de dulce, la reacción química que produce, es como de bienestar pues, como decir: que se te olvide un rato que estás encerrado, que se te olvide un rato que estás en una crisis de salud muy importante”, detalló. 

Tomando en cuenta el perfil psicológico del sinaloense, no descartó que el Día de las Madres se repitan situaciones simulares que pongan en riesgo la salud de las personas, por lo cual enfatizó, las autoridades deberán estar muy pendiente a ello.

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