Estas playas mexicanas de ensueño han limitado el acceso de turistas para no perder su belleza

México alberga algunas de las playas más impresionantes del mundo, con aguas cristalinas, arenas blancas y ecosistemas únicos. Sin embargo, la creciente afluencia turística ha llevado a que varias de ellas impongan restricciones para proteger su riqueza natural. Aunque por ley ninguna playa mexicana puede ser privatizada, algunas han limitado el acceso diario, establecido horarios específicos e incluso cobrado cuotas destinadas a la conservación.

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Aquí te presentamos cuatro de estos paraísos naturales que han adoptado medidas para preservar su belleza y evitar la sobreexplotación.

Playa Balandra: el tesoro de La Paz

Ubicada a 45 minutos de La Paz, Baja California Sur, Playa Balandra es famosa por sus aguas color turquesa, su arena blanca y la icónica formación rocosa conocida como el ‘Hongo de Balandra’. La playa alberga la mayor extensión de manglares en la bahía y cuenta con dunas y arrecifes que la hacen un ecosistema delicado.

Para evitar su deterioro, Balandra es un Área Natural Protegida y su acceso está restringido a 450 personas por turno, en dos horarios: de 8:00 a 12:00 y de 13:00 a 19:00 horas. El costo de entrada es de $120 por persona y el acceso se gestiona a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

Playa Escondida: el santuario oculto de Nayarit

También conocida como Playa del Amor, esta joya forma parte de las Islas Marietas, un archipiélago volcánico en Nayarit. Su belleza es tan especial que ha sido catalogada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 2016.

Para proteger este sitio, el acceso se encuentra estrictamente limitado a 116 personas por día, quienes solo pueden permanecer 20 minutos en la playa. Para llegar, es obligatorio contratar un tour con una agencia certificada, como Vallarta Adventures. La entrada cuesta $100 por persona, más el costo del transporte en lancha. Además, no se permite el uso de protector solar ni el ingreso de menores de 12 años.

Bahía de los Ángeles: refugio de ballenas y lobos marinos

Localizada en Baja California Sur, Bahía de los Ángeles es un Área Natural Protegida con una biodiversidad excepcional. Sus aguas albergan la mayor concentración de especies de ballenas en México, además de tortugas marinas, leones marinos y aves migratorias.

El acceso a esta bahía se realiza a través de excursiones en bote con operadores certificados que ofrecen actividades como snorkel, buceo y senderismo en los islotes cercanos. Para entrar a esta área protegida, hay una cuota de $215 por persona, aunque visitantes nacionales, estudiantes y maestros obtienen un 50% de descuento, y los menores de 12 años, personas con discapacidad y adultos mayores entran gratis.

Isla Holbox: un edén resguardado en el Caribe

La paradisiaca Isla Holbox, ubicada en Quintana Roo, forma parte del Área Natural Protegida de la Reserva de la Biosfera Yum Balam. Esta isla es hogar del tiburón ballena, manatíes, tortugas marinas y una gran cantidad de aves endémicas.

Para evitar el impacto ambiental, el acceso tiene una cuota de $215 por persona, con los mismos descuentos aplicados en Bahía de los Ángeles. Además, las zonas más sensibles solo pueden recorrerse con guías especializados, y se han establecido rutas y senderos señalizados para los visitantes.

Turismo responsable: clave para preservar estos paraísos

Las medidas implementadas en estas playas han permitido mantener su belleza natural y reducir el impacto de la actividad humana. Si planeas visitar alguna de ellas, recuerda seguir las reglas, respetar los ecosistemas y contribuir a su conservación para que futuras generaciones también puedan disfrutar de estos destinos de ensueño.