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Donald Trump tardaría más de 30 años en deportar a todos los indocumentados

EUA no cuenta con la infraestructura y capacidad para sacar a más de 12 millones de indocumentados que hay en ese país.

Donald Trump tardaría más de 30 años en deportar a todos los indocumentados

FOTO: Cortesía/ElPaís.

El presidente de Estados Unidos de América (EUA), Donald Trump, prometió en su primer discurso llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos, que expulsaría a millones de inmigrantes de todas las nacionalidades, una operación que   probablemente le  llevaría años y sería enormemente costosa.

Juan Acereto, director de Asuntos Binacionales de Ciudad Juárez en El Paso, Texas, la infraestructura y capacidad actual de las autoridades migratorias estadounidenses harían que este proceso se extienda por más de tres décadas.

"En años pasados las deportaciones han sido de 100 a 125 mil a 130 mil, con todos los esfuerzos que hacen las agencias, nada más que ahorita como hay una retórica de 'todos van para afuera' si te van a buscar a ti y ya tienes un programa de deportación y llegan a un rastro en el norte de Estados Unidos y se encuentran con 20 migrantes que ya están ahí, pues lo van a agarrar a todos. Haciendo cuentas simples, a este ritmo tomaría aproximadamente 33 años deportar a todos los migrantes sin documentos. No hay capacidad logística ni humana para acelerar este proceso”, explicó.

Se estima que en Estados Unidos hay más de 12 millones de indocumentados de los cuales 5 son de procedencia mexicana. El reciente endurecimiento de las políticas migratorias por parte de Donald Trump, que incluyen la cancelación de solicitudes de asilo y el despliegue  del ejército y de más agentes de migración en la frontera, ha generado incertidumbre en comunidades migrantes y tensiones en la frontera con México. 

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Acereto afirmó que, si bien la retórica del presidente ha provocado temor, el volumen de deportaciones masivas no es inmediato ni tan drástico como se percibe en los medios.

“Algunas regiones fronterizas están reforzadas, pero todo depende de las capacidades de las agencias locales, como la Patrulla Fronteriza, y las decisiones que se tomen en cada estado”, señaló. 

Además, destacó que muchas deportaciones se limitan a migrantes mexicanos, ya que países como Venezuela y Nicaragua no aceptan deportados directamente desde Estados Unidos.

En administraciones recientes, Estados Unidos ha presionado al gobierno mexicano para aceptar a migrantes retornados. Juan Acereto recordó que, durante la presidencia de Joe Biden, México aceptaba hasta 30,000 migrantes al mes. Estas políticas complican la situación para comunidades fronterizas, que muchas veces no cuentan con recursos para atender el flujo migratorio.

“El gobierno mexicano ha trasladado a muchos de estos migrantes a la frontera sur, pero ellos  reinician desde ahí su trayecto hacia el norte. Este ciclo, lejos de resolverse, solo añade presión a ambos países”, afirmó.

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Añadió que el Gobierno de Estados Unidos podría duplicar o triplicar las cifras actuales de deportaciones, pero el problema estructural sigue siendo la falta de capacidad y acuerdos internacionales para la repatriación de los migrantes. 

El panorama actual en la frontera con Estados Unidos, sigue siendo de relativa calma, pero con la incertidumbre de nuevas medidas que podrían impactar tanto a los migrantes como a las comunidades fronterizas en ambos lados.

Por lo pronto, las autoridades mexicanas han comenzado a construir refugios en las ciudades fronterizas para prepararse ante la posible afluencia de personas  deportadas  que no solamente incluirá mexicanos, sino también indocumentados de otros países.

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