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Esta famosa botana mexicana rica en omega 3 es de las peores en el mundo, según Taste Atlas

Aunque puedan no ser la botana más apreciada fuera de México, siguen siendo un emblema de la cocina local.

Víctor Acosta
08/01/25

Esta famosa botana mexicana rica en omega 3 es de las peores en el mundo, según Taste Atlas

FOTO: Peor botana en México.

La gastronomía mexicana, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2010, es famosa por su riqueza cultural, histórica y la diversidad de ingredientes autóctonos que la componen. Desde el maíz hasta el chile, pasando por el frijol y técnicas ancestrales de cocción como el nixtamalizado, la cocina mexicana ha sido admirada por el mundo. Sin embargo, no todos los platillos nacionales gozan de la misma popularidad, y hay uno en particular que ha sido señalado por expertos como uno de los peores del mundo: los charales.

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La crítica de Taste Atlas

Según Taste Atlas, la enciclopedia gastronómica internacional que clasifica los platillos más populares de todo el mundo, los charales se llevan el título de la "peor botana" de la gastronomía mexicana. Con una calificación de solo 3 estrellas sobre 5, los charales son descritos como un plato típico mexicano que consiste en pequeños peces fritos, de tamaño diminuto, servidos con sal, chile y un toque de limón. Aunque se presentan como un refrigerio o botana, también se pueden utilizar como relleno para tacos. Además, existe una versión seca que cobra especial protagonismo durante la Cuaresma, acompañada de nopales, salsa verde y hierbas silvestres.

El equipo de expertos de Taste Atlas no ha sido amable al calificar este platillo, sugiriendo que su sabor y textura no son del agrado de muchos. A pesar de esta controversia, los charales siguen siendo una botana muy popular en México y son un ingrediente clave en diversas regiones del país.

Un platillo con historia y beneficios nutricionales

A pesar de las críticas internacionales, los charales tienen una larga historia en la dieta mexicana, remontándose a tiempos prehispánicos. Este platillo se extrae principalmente de cuerpos de agua como el Lago de Chapala y el Lago de Pátzcuaro, donde la pesca de charales ha sido una actividad tradicional por generaciones. Generalmente, los charales se consumen secos o salados, aunque también se preparan fritos o en salsas.

Desde un punto de vista nutricional, los charales destacan por ser una excelente fuente de proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3, nutrientes que favorecen la salud cardiovascular. Además, contienen calcio, hierro, fósforo y vitaminas B12, lo que los convierte en una opción saludable y accesible en la cocina mexicana. Consumidos enteros, los charales también ofrecen beneficios para el fortalecimiento óseo, ya que sus huesos y espinas contienen nutrientes esenciales.

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La controversia y el sabor local

Los charales continúan siendo una parte esencial de la gastronomía mexicana, especialmente en mercados locales, donde se ofrecen como botanas típicas en reuniones familiares o como acompañamiento en tacos y ensaladas. Su textura crujiente y su sabor salado, potenciados por el chile y el limón, siguen siendo parte de la tradición culinaria, incluso si algunos no comparten el entusiasmo por su sabor.

La controversia de los charales en el ámbito internacional resalta cómo, en la gastronomía, no siempre las tradiciones más profundas logran conquistar los paladares globales. Sin embargo, para muchos mexicanos, este platillo sigue siendo un símbolo de la rica biodiversidad y la historia alimentaria del país, más allá de las críticas externas.

Así, aunque los charales puedan no ser la botana más apreciada fuera de México, siguen siendo un emblema de la cocina local.

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