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¿Por qué el recalentado sabe mejor? Esta es la razón
Ese pedazo de pavo, lomo o pierna o la deliciosa barbacoa que resurge al día siguiente, con un sabor intensificado, es un verdadero manjar.
FOTO: Luz Noticias.
No es una mentira: los platillos recalentados, especialmente los navideños, suelen tener un sabor aún más delicioso. La ciencia y la tradición culinaria nos explican por qué.
Ese pedazo de pavo, lomo o pierna o la deliciosa barbacoa que resurge al día siguiente, con un sabor intensificado, es un verdadero manjar. Pero, ¿a qué se debe este fenómeno?
El recalentado es más que una simple repetición de la cena; se convierte en un ritual familiar, un momento de convivencia en torno a los sabores que nos reunieron el día anterior.
La ciencia, ¿qué dice?
Según el Pequeño Larousse Gastronomique, recalentar consiste en llevar a la temperatura de servicio un alimento ya cocido que se ha enfriado o refrigerado durante horas. Durante esta segunda cocción, ocurre una reacción química crucial: los líquidos se evaporan y los sabores se concentran, adquiriendo una textura más pronunciada.
Si bien existen diversas maneras de recalentar –microondas, baño María, sartén u horno–, el mejor sabor se aprecia en platillos de larga cocción. El Larousse Gastronomique incluso sugiere preparar algunos platillos con uno o dos días de anticipación para potenciar su sabor al recalentarlos.
Los reyes del recalentado
Platillos navideños como el bacalao a la vizcaína, el pavo en sus diversas preparaciones, el lomo o la pierna al horno, así como la lasaña, los estofados y la paella, son excelentes candidatos para el recalentado.
El pavo, en particular, combina características ideales: es una proteína preparada con múltiples especias y aceites que se fusionan aún más durante el proceso de recalentamiento.
Además, los platillos con carne o salsas pueden conservarse en recipientes cerrados y congelarse durante semanas, permitiéndonos disfrutar de la cena navideña en cualquier momento. Sin embargo, es importante recordar que no se recomienda recalentar un alimento más de una vez ni volver a congelar algo ya descongelado, ya que esto puede favorecer la contaminación.
Cuidado con los recipientes al recalentar en microondas
Si bien el microondas es una opción práctica para recalentar, es crucial prestar atención a los recipientes que utilizamos. Guardar los sobrantes en recipientes de plástico para recalentarlos en el microondas es una práctica común, pero no todos los plásticos son aptos para altas temperaturas.
Un estudio publicado por Harvard Health Publishing advierte sobre la presencia de componentes potencialmente dañinos en algunos contenedores, como el bisfenol A (BPA) y los ftalatos.
Investigaciones de instituciones como la Universidad de Michigan y el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York han asociado la exposición al BPA con diversos problemas de salud, entre ellos:
- Problemas de fertilidad.
- Pubertad precoz.
- Riesgo de obesidad.
- Resistencia a la insulina.
- Afectaciones en la salud del cerebro y la próstata de fetos, bebés y niños.
- Posible aumento de la presión arterial.
- Factores relacionados con la diabetes tipo 2.
- Riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, se recomienda utilizar recipientes aptos para microondas, preferentemente de vidrio o cerámica, para evitar la migración de estas sustancias a los alimentos.
En conclusión, el recalentado no solo es una tradición deliciosa, sino un fenómeno respaldado por la ciencia. Al recalentar ciertos platillos, los sabores se intensifican y las texturas mejoran. Sin embargo, es fundamental tomar precauciones al recalentar en microondas y utilizar recipientes adecuados para proteger nuestra salud.
