México
"La Casa de las Delicias"; conoce la historia de esta casona de Álamos, Sonora
Uno de los pueblos más visitados en Sonora es Álamos, lugar que fue declarado Pueblo Mágico en 2005
Foto: Cortesía
Uno de los pueblos más visitados en Sonora es Álamos, lugar que fue declarado "Pueblo Mágico" en 2005 por la Secretaría de Turismo de México, lo que ha contribuido a su popularidad turística.
Su arquitectura colonial, calles empedradas y construcciones centenarias convierten a Álamos un destino atractivo para muchos visitantes.
Además, no podrían faltar las leyendas en un lugar tan antiguo como este por lo que aquí te contaremos una de ellas.
En Álamos, se encuentra la Casa de las Delicias se trata de un lugar muy popular no solo en la región, sino en varias partes de Sonora.
Está casa tiene una leyenda con un toque de romanticismo, pero a la vez de terror lo que la convierte en uno de los sitios más visitados por los turistas que acuden al pueblo mágico.
Foto: Cortesía
Leyenda
La historia cuenta que una mujer vivió una etapa romántica en esta casa, pero su final fue trágico.
Según el relato, en el año 1800 una doncella de nombre Beatriz, quien formaba parte de la familia Almada Guereña, una familia adinerada en ese entonces, se enamoró de un hombre jardinero, por lo que ante las diferencias de bienes económicos, los padres de la joven se oponían a esta relación.
Cuenta la leyenda que cada anochecer Beatriz salía de su cuarto, el cual se encontraba en el segundo piso, bajaba por la cocina, y por la puerta de servicio, mientras escapaba al panteón que se encuentra frente a la mansión ahora abandonada, el cual era su punto de reunión con su enamorado.
Beatriz y el joven jardinero decidieron casarse aún después de que sus padres se encontraban en desacuerdo.
Cuando llegó el día en el que el jardinero desposaría a la doncella, la familia de la joven mandaron matar al joven que su hija amaba.
Ante esta situación se dice que Beatriz nunca se enteró qué pasó con el amor de su vida aunque él se encontraba muy cerca de ella pues los restos del joven jardinero fueron enterrados en el patio del propio jardín que trabajaba.
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El dolor de Beatriz era inminente pues se encontraba destrozada al ver que su enamorado no llegaba a verla con el paso de los días ya que en cada oportunidad que tenía salía de su casa a buscarlo.
Sin embargo, para evitar que supiera la verdad, sus padres la encerraron en su cuarto bajo llave hasta que llegará un joven que fuera digno en casarse con ella.
Con el tiempo la joven enamorada decidió quitarse la vida girándose por el balcón de su habitación con su vestido de novia.
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