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El Faro de Mazatlán es uno de los más imponentes del mundo: ¿Cuánto mide?
El Faro de Mazatlán es un símbolo de la ciudad, que brilla no solo por su luz, sino por su trascendencia a lo largo de los años.
FOTO: Mayhan Barraza.
Ubicado en lo más alto del cerro del Crestón, en el extremo sur de la península de Mazatlán, Sinaloa, el faro es un emblema tanto para locales como para visitantes, no solo destaca por su imponente presencia, sino por su historia, altura y las impresionantes vistas que ofrece.
Considerado actualmente como el faro natural más grande del mundo, se alza a 157 metros sobre el nivel del mar, en una formación natural que solía ser una isla.
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Con una longitud de 641 metros y un ancho de 321 metros, el cerro del Crestón ofrece un desafío para quienes buscan subir hasta la cima, desde allí, los aventureros pueden presumir de haber conquistado esta maravilla natural, disfrutando al mismo tiempo de vistas espectaculares de los acantilados y farallones que rodean el área.
Antes de la instalación del faro, los navegantes eran guiados por rudimentarias fogatas encendidas en lo alto del cerro, fue hasta 1879 que se instaló la primera lámpara de aceite, cuya luz se lograba a través de la combinación de espejos y una lente Fresnel.
A pesar de su utilidad, la señal estacionaria era a menudo confundida con estrellas, lo que llevó a la instalación de una lámpara giratoria en 1905, alimentada por gas de hidrógeno.
En 1930, la isla del Crestón dejó de ser una isla, cuando fue conectada a tierra firme mediante un relleno y terraplén, tres años más tarde, en 1933, la lámpara de hidrógeno fue sustituida por una eléctrica, que permaneció en uso hasta agosto de 2021.
En ese año, un moderno equipo de iluminación tomó el relevo, con un haz de luz capaz de alcanzar hasta 24 millas náuticas, cumpliendo con los estándares de la Asociación Internacional de Señalización Marítima.
Popularidad
Hoy en día, el faro de Mazatlán no solo sirve a los navegantes, sino que es un sitio turístico popular para quienes buscan hacer ejercicio, capturar fotografías únicas o simplemente disfrutar de las majestuosas vistas de la ciudad y el océano.
Su combinación de historia, naturaleza y modernidad lo convierten en un destino imperdible para cualquiera que visite Mazatlán.
