Sinaloa | Sur
A 27 años del trenazo en Mazatlán, familiares de víctimas no olvidan
Aquella noche de viernes todo cambio para decenas de familias de Mazatlán.
FOTO: Dilan Gómez.
Era una noche de viernes, como cualquier otra, cuando un gran número de personas iba a bordo de un camión de la ruta Colosio, el cual era el último de la noche, por lo que estudiantes de la UAS y trabajadores de turnos vespertinos se apuraron a subirse, sin saber que muchos no llegarían a su destino.
El camión, al llegar a las vías del tren, sobre la avenida Santa Rosa, intentó ganarle el paso al tren y este terminó por embestirlo en el centro de la unidad, partiéndola en dos y sacando volando a los pasajeros.
El saldo fue de 33 personas sin vida y cerca de 15 heridos, y aunque decenas de elementos de rescate se movilizaron al lugar, poco pudieron hacer por ayudarlos.
La escena del accidente
Testigos señalan que fue una escena desgarradora el ver a tantas personas sin vida a lo largo de las vías, incluso, hubo quienes llegaron al lugar de la tragedia y les tocó ver a sus propios familiares tirados, ya sin vida.
A 27 años de esa tragedia, sus familiares aún los recuerdan con lágrimas, aún con el recelo de saber qué hubiera pasado si el chofer, el cual quedó con vida, se hubiera detenido y hubiera dejado que el tren continuara su paso.
Es el caso de María Uribe Benítez, quien perdió a su hija de tan sólo 13 años de edad y del mismo nombre, quien venía en esa unidad y no pudo llegar a casa debido a la imprudencia del trabajador del volante.
«El Puente que iban a hacer a desnivel jamás lo hicieron y ya 27 años».
-¿Hubo promesas que no se cumplieron?
«No, muchas que no se cumplieron y ni se cumplirán», reclamó.
Su pequeña había acudido a entregar unas películas a un centro de video, como antes se utilizaba, para evitar retrasarse en la entrega de las cintas; sin embargo, ya no logró volver.
María relató que entre todas las personas tiradas sobre la calle, las vías y el monte, a lo lejos alcanzó a ver a su hija tirada.
«Abrí paso entre la gente para alcanzar a ver a mi hija y pues sí la alcancé a ver, pero como la calle estaba oscura, no alcancé a ver qué ambulancia se la llevó, pero yo la reconocí por sus piernitas», lamentó.
El hecho de que ocurriera la tragedia en viernes en la noche fue un detonante para que los heridos también perdieran la batalla, pues la mayoría de los consultorios estaban solos o con un sólo doctor de guardia, por lo que como la pequeña María, no fue atendida a tiempo y perdió la vida en el nosocomio.
Te puede interesar:
MÁS NOTICIAS DE Sinaloa