Los tamales de la Candelaria, una herencia gastronómica

 Comer tamales cada 2 de febrero es una tradición que se acompaña con atole, chocolate o hasta refresco, en honor al fin del ciclo navideño que culmina 40 días después del nacimiento de Jesús o el niño Dios.

En México, el Día de la Candelaria se celebra con tamales y estos son hechos o comprados por quienes tuvieron la suerte o bendición de encontrar el «monito» (que representa al niño Dios) en la rosca del Día de Reyes.

De acuerdo al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el tamal forma parte de la herencia gastronómica prehispánica; sin embargo, que se coman especialmente este 2 de febrero, coincide con las festividades mesoamericanas y la festividad religiosa de los españoles, traída con la evangelización en la época de la Conquista.

No obstante, los tamales ya eran un alimento que se preparaba en Mesoamérica como platillo de celebración en las fiestas de los ciclos agrícolas.

Actualmente, comer tamales el Día de la Candelaria significa preservar una tradición mexicana y un pretexto para reunirse con la familia.

Con información del INAH.

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